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Hoy día, inmersos en el contexto de sentipensarnos una academia crítica y saberes de frontera, estamos siendo interpelados por los procesos de aprendizaje y los conocimientos que de estos contextos emergen, que nos invita a resignificar y girar los diversos escenarios de construcción de nuevos sentidos pedagógicos, epistemológicos, metodológicos, didácticos y de reconocimiento mutuos entre sujetos pedagógicos. Lo anterior, resuena con el progreso que han dado las bio-ciencias, ampliando la comprensión de que la vida es, esencialmente aprendizaje, y que eso se extiende a las diversas manifestaciones complejas de la vida. De manera análoga en el ámbito social podemos reconocer pedagogías emergentes como parte de cosmogonías propias: interculturales, decoloniales, eco-pedagogías, entre otras, que expresan los múltiples saberes humanos y confrontan las relaciones de poder más allá de las dinámicas del aula y la escuela.

Por tal motivo, el espiral de conversación propone tensionar conceptos como la igualdad, la convivencia, la singularidad, la presencia, las experiencias, que permitan poner en la mesa entendidos políticos y educativos sobre aspectos significativos: la diversidad, la  interculturalidad, la inclusión, los colectivos, lo comunitario y las fronteras. Un ejercicio vivencial desde los participantes (intersubjetivo) que devele las redes de conversaciones que subyacen en las instituciones educativas en sus diversos niveles o ciclos, entre maestros, estudiantes y sus prácticas pedagógicas. Pero, a la vez abriendo los espacios de conversación con las pedagogías otras y con esos mundos de experiencia con los que se asocia su emergencia.

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De ahí que el espiral invite a reconocer redes de aprendizaje diversas que pueden o no atravesar la escuela, por lo que se convoca a conversar sobre otras perspectivas pedagógicas que interpelan visiones convencionales en educación. Así mismo se convoca a conocer y reconocer las especificidades que emergen de los saberes de frontera junto con los retos comunicativos que tal reconocimiento implica.

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Situados en este contexto nos preguntamos por:

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¿A qué pedagogías nos abrimos en diálogo y qué sentido tiene para la academia crítica esta apertura? ¿Cuál es la posibilidad de diálogo y polinización cruzada entre cosmogonías y pedagogías diversas? ¿Cómo se puede tejer diálogo intercultural y pedagogías? ¿Cómo adelantar una crítica de los universales homogenizantes: patriarcalismo, colonialismo, imperialismo, que propicie la visibilidad de esas otras expresiones vivas de la vida y la cultura? ¿Cuál es el potencial creativo y transformador de estas pedagogías?